Arabia Saudita planea revolucionar la arquitectura deportiva mundial con la construcción del primer estadio suspendido en el aire. El Estadio NEOM, ubicado a 350 metros de altura sobre un edificio en la futurista ciudad The Line, promete convertirse en uno de los escenarios más impactantes del Mundial de Fútbol 2034, del cual el país será anfitrión.
El recinto formará parte del megaproyecto NEOM, una urbe lineal de 170 kilómetros de extensión en medio del desierto, que busca materializar la visión de modernidad y sostenibilidad del reino saudí. Impulsado por la Familia Real, este desarrollo urbano contará con una inversión estimada en 1,5 billones de dólares y funcionará bajo un modelo libre de automóviles, donde los residentes accederán a todos los servicios caminando menos de cinco minutos.
El estadio del futuro: diseño, sostenibilidad y tecnología
El Estadio NEOM combinará innovación arquitectónica con eficiencia energética. Según adelantaron medios como Arab News y The Guardian, el estadio —también conocido en su fase de diseño como Sky Stadium— funcionará completamente con energía solar y eólica, reforzando el compromiso saudí con un modelo de desarrollo sustentable.
Con capacidad para 46.000 espectadores, el estadio será multifuncional: albergará partidos del Mundial desde la fase de grupos hasta los cuartos de final, pero también conciertos y eventos internacionales durante todo el año. Su inauguración está prevista para 2030, y su construcción comenzará en 2027, con finalización estimada para 2032, a tiempo para el torneo de 48 equipos.
Una joya en la transformación deportiva saudí
La construcción del Estadio NEOM se enmarca en la transformación deportiva sin precedentes que vive Arabia Saudita. Según Arab News, el país proyecta 15 estadios nuevos dentro de su estrategia de infraestructura deportiva para el Mundial. El objetivo: posicionar al reino como nuevo epicentro global del deporte y el entretenimiento.
El recinto, que podría ubicarse sobre un rascacielos o incluso en lo alto de un acantilado accesible por trenes y barcos, será un símbolo de la ambición saudí por mostrar una imagen futurista ante el mundo. La propuesta ha generado tanta expectativa como debate, recordando las polémicas de Qatar 2022 en torno a la construcción y las condiciones laborales.
El Mundial más futurista de la historia
Arabia Saudita fue la única candidata oficial para organizar el Mundial 2034, consolidando su influencia creciente en la FIFA. Con proyectos como The Line y NEOM, el país busca proyectar una nueva identidad: moderna, tecnológica y sustentable, aunque aún bajo la mirada crítica de organizaciones internacionales.
Si los plazos se cumplen, el Estadio NEOM se convertirá no solo en un ícono arquitectónico, sino también en un símbolo de cómo el fútbol puede integrarse en la nueva era urbana y energética del siglo XXI.






