El expediente que investiga la tragedia del fentanilo contaminado —que ya acumula 96 víctimas fatales— sumó un giro clave: un equipo de peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema concluyó que existe un “nexo concausal” en la muerte de 13 pacientes que recibieron el medicamento elaborado por el laboratorio HLB Pharma, propiedad de Ariel García Furfaro.
En paralelo, determinaron que en otras 20 historias clínicas analizadas no pudieron establecer un “nexo causal directo” con el fármaco, aunque sí certificaron que en 12 de esos casos el fentanilo contaminado actuó como factor agravante que contribuyó al desenlace fatal.
El estudio, que llegó al despacho del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, se apoya en un dato técnico pero demoledor: de 51 muestras analizadas por el Instituto Malbrán, se comprobó con “certeza científica” la identidad genética entre las bacterias halladas en la sangre de los pacientes y las presentes en las ampollas del lote 31202 de fentanilo HLB Pharma. En criollo: lo que estaba dentro de los frascos era lo mismo que terminó matando.
Una bacteria en común y un laboratorio bajo la lupa
Las ampollas contaminadas —elaboradas el 18 de diciembre de 2024— estaban adulteradas con Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, bacterias que derivaron en infecciones graves en pacientes de distintos centros de salud:
- Hospital Italiano de La Plata (9 casos)
- Hospital Clemente Álvarez de Rosario (6 casos)
- Hospital Italiano de Rosario (1 caso)
- Instituto Dupuytren (1 caso)
- Sanatorio Parque de Rosario (1 caso)
- Sanatorio Parque de Entre Ríos (1 caso)
- Sanatorio Cullen de Santa Fe (1 caso)
Aunque los expertos no hallaron en esos 20 expedientes un nexo directo, remarcaron que el medicamento adulterado “agravó de manera significativa” las condiciones de pacientes ya vulnerables.
Peritos enfrentados y la estrategia judicial
El informe fue firmado por seis especialistas del Cuerpo Médico Forense y ocho peritos de parte, entre ellos dos enviados por HLB Pharma y uno que representó al propio García Furfaro. La pericia era una de las más esperadas en el proceso, porque abre la puerta a nuevas imputaciones contra los responsables del laboratorio.
Los forenses explicaron además los criterios aplicados:
- Nexo causal directo: cuando la sustancia es la causa inmediata de la muerte.
- Nexo concausal: cuando el fármaco actuó junto a otros factores y contribuyó de forma significativa al fallecimiento.
- Nexo fortuito: cuando el vínculo es accidental o irrelevante.
En este caso, la balanza se inclinó hacia la concausalidad, suficiente para comprometer la situación procesal de la firma y su dueño.
La causa, más cerca de un desenlace
El juez Kreplak espera ahora otro insumo clave: el batch record que perita el Malbrán, es decir, la auditoría documental sobre cómo se fabricó el lote contaminado. Esa radiografía administrativa podría terminar de probar la cadena de responsabilidades dentro del laboratorio de San Isidro.
Lo que está fuera de discusión es que el fentanilo estaba contaminado, que llegó a los hospitales y que terminó en el cuerpo de las víctimas. El resto es cuestión de tiempo: la justicia deberá decidir si se trató de un error fatal de control, un acto de negligencia criminal o directamente un delito empresarial con todas las letras.






