El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el esquema de retenciones cero para la exportación de carnes avícolas y bovinas seguirá vigente hasta el 31 de octubre próximo, sin cupo de ventas al exterior. La medida busca incentivar al sector agroindustrial en un momento en que el Gobierno necesita sostener el ingreso de divisas y reforzar las reservas del Banco Central.
La decisión se enmarca en la política de reducción impositiva al campo que el Ejecutivo comenzó a implementar este año. Semanas atrás, un decreto había establecido la baja a cero de las retenciones para granos y subproductos, aunque ese beneficio quedó limitado a un tope de USD 7.000 millones en ventas externas, alcanzado en apenas tres días hábiles. En ese caso, el esquema fue suspendido de inmediato por la Agencia de Recaudación (ARCA), lo que generó críticas del sector.
Con las carnes, en cambio, el beneficio no tendrá cupo y se extenderá hasta fines de octubre, lo que implica un incentivo más prolongado para la industria frigorífica y avícola. Según fuentes oficiales, la intención es estimular la colocación de estos productos en mercados internacionales clave, como China, Europa y Medio Oriente, y aprovechar los precios relativamente firmes en el comercio global de alimentos.
La medida también tiene un costado político: el Gobierno busca mostrar señales de alivio fiscal hacia el campo, uno de los sectores más golpeados por la presión impositiva de los últimos años y, a la vez, uno de los motores históricos de generación de divisas.
Sin embargo, economistas advierten que este tipo de estímulos, en un contexto de restricciones externas y alta dependencia del dólar, pueden tener un efecto limitado si no se acompañan de mayor estabilidad macroeconómica. “Los productores pueden acelerar ventas en el corto plazo, pero la falta de previsibilidad en las reglas de juego sigue siendo un freno estructural”, señalan desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
En lo inmediato, el anuncio de Adorni significa que los frigoríficos y avícolas tendrán un respiro hasta el 31 de octubre, fecha en la que vencerá el esquema. A partir de entonces, el Gobierno deberá definir si extiende el beneficio, lo reduce a ciertos productos o lo da por finalizado, en medio de la pulseada entre la necesidad de recaudar y la de generar confianza en el sector exportador.






