La Reserva Federal mantuvo sin cambios su tasa de interés, clave a corto plazo por quinta vez este año, ignorando los repetidos llamamientos del presidente Donald Trump para que la redujera.
La decisión de la Fed del miércoles deja su tasa clave a corto plazo en alrededor del 4,3 %, donde se ha mantenido después de que el banco central realizara tres recortes el año pasado. El presidente Jerome Powell ha dicho que la Fed probablemente ya habría recortado los tipos si no fuera por los aranceles generalizados de Trump. Powell y otros funcionarios de la Fed dicen que quieren ver cómo los aranceles de Trump sobre las importaciones afectarán a la inflación y a la economía en general. Hasta ahora, los aranceles han elevado los costes de algunos productos, como electrodomésticos, muebles y juguetes, y la inflación general ha aumentado un poco, aunque menos de lo que muchos economistas esperaban.
Hubo algunos indicios de división en las filas de la Fed: los gobernadores Christopher Waller y Michelle Bowman votaron a favor de reducir los costes de los préstamos, mientras que nueve funcionarios, incluido Powell, se mostraron a favor de mantenerlos sin cambios. Es la primera vez en más de tres décadas que dos de los siete gobernadores con sede en Washington han discrepado. Una funcionaria, la gobernadora Adriana Kugler, estuvo ausente y no votó.
La decisión de aplazar la bajada de tipos provocará casi con toda seguridad un nuevo conflicto entre la Reserva Federal y la Casa Blanca, ya que Trump ha exigido en repetidas ocasiones que el banco central reduzca los costes de financiación como parte de su esfuerzo por afirmar su control sobre una de las pocas agencias federales independientes que quedan.






