La actividad metalúrgica argentina volvió a retroceder en septiembre y profundizó la desaceleración que se observa desde mediados del año. Según el último informe elaborado por la Asociación de la Industria Metalúrgica de la República Argentina (ADIMRA), el sector registró una variación interanual de -5,2% y una caída mensual de -1,1% respecto de agosto.

Pese al retroceso, el acumulado de los primeros nueve meses del año aún muestra un leve crecimiento de 0,7% en comparación con el mismo período de 2024, lo que refleja un frágil equilibrio entre los meses de repunte del primer semestre y la pérdida de impulso observada en la segunda mitad del año.
Capacidad instalada y empleo en mínimos históricos
El informe advierte que la utilización de la capacidad instalada (UCI) cayó 5,6 puntos porcentuales interanuales, ubicándose entre los niveles más bajos de la serie histórica del sector. “La baja en la utilización refleja un panorama de debilidad estructural y una demanda interna insuficiente”, señaló ADIMRA en su análisis.
En materia laboral, la situación también muestra señales de deterioro: el empleo metalúrgico retrocedió 3,2% interanual y 0,3% mensual, lo que confirma una tendencia de ajuste en las plantillas ante la menor actividad.
Desempeño por sectores
Los segmentos que habían liderado la recuperación a comienzos del año comenzaron a perder dinamismo. Maquinaria Agrícola registró una caída de 4,8%, profundizando el descenso iniciado en agosto, mientras que Carrocerías y Remolques —aunque con un crecimiento del 5,4%— mostró un menor ritmo en comparación con los meses anteriores.
Por otro lado, los sectores de Autopartes (-10,8%), Fundición (-9,7%) y Bienes de Capital (-3,1%) mantuvieron un desempeño negativo, consolidando un escenario complejo. También se observaron bajas en Otros Productos de Metal (-1,5%), Equipos y Aparatos Eléctricos (-9,3%) y Equipamiento Médico (-2,0%), todos con pérdidas que interrumpieron la estabilidad de meses previos.
Cadenas de valor: caídas generalizadas
El análisis por cadenas productivas también reflejó una contracción generalizada. Las empresas vinculadas a la cadena agropecuaria (-4,3%) y de Alimentos y Bebidas (-5,8%) continuaron retrocediendo, confirmando la pérdida de dinamismo del segundo semestre.
En tanto, los sectores energéticos y extractivos —Energía Eléctrica (-8,6%), Minería (-8,5%), y Petróleo y Gas (-6,7%)— prolongaron su tendencia negativa. Las ramas asociadas al Consumo Final (-11,5%), la Automotriz (-4,7%) y la Construcción (-3,3%) se ubicaron entre las más afectadas.
Un cierre de año con cautela
Desde ADIMRA advirtieron que la contracción de septiembre “confirma un escenario de pérdida de impulso industrial generalizado”, con pocos sectores que logran mantenerse en terreno positivo. Si bien aún no se proyecta una recesión generalizada, el panorama de los últimos meses del año se perfila con baja utilización de la capacidad instalada, débil creación de empleo y demanda interna en retroceso.