La Comisión Europea anunció este viernes una multa de 2.950 millones de euros (3.450 millones de dólares) contra Google, por abuso de posición dominante en el mercado de la tecnología publicitaria.
Según Bruselas, la empresa favoreció de manera sistemática sus propios servicios de intermediación publicitaria en línea en detrimento de sus competidores y de los editores digitales, una práctica que, de acuerdo con la investigación, se habría extendido desde 2014 hasta la actualidad.
La decisión de la Comisión Europea fue impulsada por una queja del Consejo Europeo de Editores y se produce en medio de la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de tomar represalias contra la UE por cualquier medida en contra de las grandes tecnológicas.
El responsable de competencia de la Unión había planeado anunciar la multa el lunes, pero la oposición del jefe de comercio de la UE, Maros Sefcovic, debido a la preocupación por el impacto de posibles aranceles estadounidenses sobre los automóviles europeos, frustró los planes de la comisaria de Competencia, Teresa Ribera.
Además de la sanción económica, la Comisión exigió a Google suspender las prácticas anticompetitivas e implementar medidas que eviten conflictos de intereses en la cadena de suministro de publicidad digital. La compañía dispone de 60 días para presentar un plan de cumplimiento.
“Google debe ahora proponer una solución seria para resolver sus conflictos de intereses, y si no lo hace, no dudaremos en imponer medidas contundentes”, advirtió Ribera en un comunicado.
“Los mercados digitales existen para servir a las personas y deben basarse en la confianza y la equidad. Cuando los mercados fallan, las instituciones públicas deben actuar para impedir que los actores dominantes abusen de su poder”, añadió.
Reacciones de Google
La multinacional estadounidense anticipó que apelará la decisión.
“La Comisión Europea impone una multa injustificada y exige cambios que perjudicarán a miles de empresas europeas al dificultarles ganar dinero”, afirmó Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta global de asuntos regulatorios de Google.
Debate interno en Bruselas
La resolución estuvo precedida por un fuerte debate dentro de la propia Comisión. La comisaria europea de Competencia, Teresa Ribera, tenía previsto anunciar la sanción el lunes pasado, pero la decisión fue postergada por presión del comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, quien expresó temor a un aumento de la tensión comercial con Estados Unidos, en especial por la posibilidad de que la administración de Donald Trump impusiera aranceles a la industria automotriz europea.
Finalmente, la medida se oficializó tras la presión del Consejo Europeo de Editores, que había denunciado a Google por prácticas anticompetitivas.
Una disputa de larga data
La multa constituye la cuarta sanción antimonopolio impuesta a Google por la Unión Europea en más de una década, en el marco de una disputa persistente sobre el control de los mercados digitales.
La decisión, que podría escalar la tensión transatlántica, vuelve a poner en el centro del debate el poder de las grandes tecnológicas y el rol de los reguladores europeos en la defensa de la competencia.






