Dos grandes jugadores, ídolos en los clubes más importantes del Fútbol Argentino y un lapidariio fracaso de ambos en la conducción tanto de River como de Boca. El fracaso de Boca Juniors en la reciente competencia es innegable. A pesar de ir ganando desde el comienzo del partido y haber ganado 2 a 1 en el tiempo reglamentario, el equipo no logró avanzar y fue eliminado en la tanda de penales por un equipo peruano.
Pensemos y analicemos la situación de Alianza Lima, con gastos y valor de todo su plantel solo equiparable a la cuarta parte de las millonarias inversiones, sueldos, caprichos del Xeneize.
Si analizamos más profundamente, si pensamos la situación se vuelve aún más crítica cuando consideramos el desempeño de Edinson Cavani, el gran golpeador?, quien erró un gol clave en el minuto 98. Fatalidad, desconcentración o ambas cosas juntas? Historia, historia a saber y recordar, “la última vez que el equipo peruano ganó en la Argentina fue hace muchos años.
¿La única victoria? Ante Boca Juniors por la fase de grupos de la Libertadores 1966 con gol de Victor Pitín Zegarra, un histórico de Alianza que está acompañando a la delegación blanquiazul antes de enfrentar nuevamente al Xeneize.
Después de aquel histórico triunfo sobre Boca, debieron pasar 49 años después para que Alianza no pierda en suelo argentino.
La situación se tornó más complicada cuando el arquero titular, Marchesín, pidió el cambio antes de la definición por penales. Que paso?, esta lesionado?, como hacer entrar a un jugador sin un calentamiento por más que crean que el juvenil Brey había practicado y practicado para una definición por penales. La incredulidad, la falta de confianza, la falta de profesionalismo es palpable: es el momento donde tienen que poner todo, poner huevos, estar seguros, confiados. Un arquero tiene todo para ganar, el cambio de arqueros mostró indecisión, vacilacion, incertidumbre. ¿Cómo va a pedir el cambio? Este tipo de decisiones en momentos críticos refleja una falta total de fortaleza mental que puede ser devastadora para cualquier equipo en situaciones de alta presión.
El técnico de Boca, Gago, también se encuentra en el ojo del huracán. Inseguro, cabizbajo durante la ejecución de los penales es un técnico derrotado. No sirve para nada su justificación en la conferencia, que va a levantar, organizar, ganar, emprender un 2025 cuando un 25 de febrero perdés toda posibilidad de competencias internacionales, ridículas sus excusas y sus comentarios. Gastaron 30 millones de dólares, para que?, para un Mundial de Clubes FIFA 2025?, no tenemos medida aún de esta primera experiencia mundial. La imagen de Fernando Gago, después de la pretemporada, el cimiento del Torneo Local y la eliminación de La Libertadores es la de un líder que parece haber perdido el rumbo. Esto genera en la hinchada, el los fans, en los socios, una inquietud mucho mayor. Pero, pero, a saber este fracaso no se limita solo a un partido, a un gol errado, a un penal atajando, esto es un reflejo de una gestión más amplia dentro del club. Es un fracaso institucional, el fracaso de Boca Juniors y toda su dirigencia. El gran responsable de todo este fracaso que tiene nombre y apellido y se llama Juan Román Riquelme.
Una pena, su figura, un ícono del club, un jugador que fue un ídolo total, indiscutible se convierte en objeto de debate de silbidos, de abucheos, de pedidos fuertes como el que escuchamos anoche: Que se vayan todos!!!. No será mucha soberbia desplegada cuando se quiere ser jugador, técnico y presidentesu además de ídolo?. Cuanta soberbia qué se repite, a reflexionar “Topo”, ya no sirve que acomodes tus orejas, el martes por la noche pudiste escuchar a la hinchada.






