Instrumentada a través de un decreto, ya entró en vigencia la obligación para determinados comercios de ofrecer al consumidor la posibilidad de abonar la propina a través de medios de pago electrónicos, como tarjetas o pagos QR, añadiéndola al resto de la cuenta.
De esa forma, tarjetas, adquirentes y agregadores de pagos comenzaron a aplicar las medidas necesarias para que el sistema comience a estar disponible, ya que transcurrieron los 90 días de plazo que el decreto 731 dispuso para su implementación. Y todo el mercado suma esta nueva herramienta como un escalón más en la ola de digitalización de los pagos y la reducción del uso de efectivo.
En una primera etapa, será obligatorio ofrecerle al cliente la posibilidad de dejar la propina a través de un pago digital en locales gastronómicos, hoteles, aplicaciones de delivery y estaciones de servicios. En todos esos caso, a la hora de pagar la propina el cliente debe contar con una forma electrónica de hacerlo. El decreto dispone que la medida se extenderá en el futuro a cualquier actividad “en cuyas relaciones de consumo sea costumbre otorgar o recibir propinas”.