La dictadura de la familia Al Assad llegó a su fin en Siria tras 54 años en el poder.
Rebeldes vinculados al yihadismo tomaron Damasco a la noche del sábado tras varios días de combate. Una vez en la capital no hallaron resistencia del Ejército.
Unos rebeldes tomaron la televisión pública. Desde allí comunicaron que tenían el control de Siria, que Al Assad huyó en un avión con destino desconocido y que empezarían una transición.
En simultáneo tomaron varias cárceles y liberaron a miles de presos políticos.
En Damasco y otras ciudades hubo festejos, además de que se derribaron estatuas y se quemaron imágenes del dictador.
Rusia reconoció que Al Assad abandonó el país. Su paradero es desconocido.
Siria ha estado durante más de diez años en guerra civil y tiene una de las diásporas más grandes del mundo junto con los venezolanos y los ucranianos.