La demonización del error como impedimento para evolucionar

Por Victoria Fiorenzi

Consultora Psicológica.

¡Cuántas veces hemos sentido que equivocarnos es lo peor que podría pasarnos! Nos educaron para evitar los errores a toda costa, como si fueran una especie de sentencia definitiva sobre nuestra valía. Sin embargo, con el tiempo, me doy cuenta de que esta idea solo nos limita. La carga que le ponemos al error puede ser tan pesada que terminamos inmóviles, incapaces de avanzar.

Pero, ¿y si miramos al error con otros ojos? Equivocarse no solo es inevitable, sino también necesario. Forma parte del camino de crecimiento y evolución, tanto personal como profesional. Cuando lo integramos y aprendemos a aceptarlo, dejamos de verlo como un obstáculo y comenzamos a percibirlo como una valiosa oportunidad de aprendizaje.

3 tips para integrar el error como parte de tu evolución

1. Cambiar la perspectiva: En lugar de pensar: “¿En qué fallé?”, preguntate: “¿Qué puedo aprender de esto?” Cada error trae consigo una lección, pero solo la descubrimos si dejamos de castigarnos por equivocarnos.
2. Elimina la autocritica destructiva: La forma en que te hablas importa. Cambiá frases como “No sirvo para esto” por “Todavía tengo que aprender más.” Tratá de ser tan amable con vos mismo/a como lo serías con un amigo que está atravesando un momento difícil.
3. Celebrá los intentos, no solo los resultados: Muchas veces medimos nuestro valor solo por los éxitos y olvidamos que intentar algo nuevo ya es un logro en sí mismo. Reconocer tus esfuerzos te ayuda a mantenerte motivado y con una mirada más compasiva hacia tus fallos.

Reflexión final

Equivocarnos no nos define; nos humaniza. Cada vez que aceptamos un error, damos un paso hacia una versión más sabia y empática de nosotros mismos. Recordá que la perfección no es el objetivo; el verdadero desafío está en seguir aprendiendo y creciendo, incluso cuando las cosas no salen como esperábamos.

Si sentís que el miedo al error te está frenando, podemos trabajar juntos para transformar esa mirada. Te invito a empezar este camino de autodescubrimiento y evolución.