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Desde el campo denuncian trabas para las importaciones

Las principales cadenas agrícolas en Argentina, responsables del 90% de las divisas generadas por la exportación de granos y subproductos, están expresando su preocupación por las restricciones a las importaciones que están afectando gravemente la producción. Estas restricciones impiden la importación de insumos esenciales, incluyendo ingredientes para la nutrición animal, fertilizantes y otros productos relacionados con la agricultura.

La que la falta de insumos esenciales está afectando su capacidad para mantener la producción. Esto podría dar lugar a una disminución de la producción y, como consecuencia, a un aumento de los precios para los consumidores.

Argentina importa fertilizantes por un valor de alrededor de $3000 millones de dólares al año y agroquímicos por aproximadamente $2000 millones. Además, las empresas de nutrición animal compran materias primas en el extranjero por $250 millones al año, pero estas actividades generan divisas por casi $4500 millones debido a la exportación de productos como carne, leche y huevos.

Las exportaciones agrícolas son una fuente importante de divisas para Argentina, con un ingreso récord de $41,620 millones de dólares en 2022. Sin embargo, debido a la sequía y a la caída en la producción, se espera que las exportaciones agrícolas de 2023 generen solo $24,350 millones, lo que representa una disminución del 53% en comparación con el año anterior.

Las cadenas agrícolas advierten que esta situación perjudicará a todas las etapas de la cadena productiva y a la generación de divisas que el país necesita. También pronostican que conducirá a un aumento de precios para los consumidores y problemas de abastecimiento tanto en el mercado local como en los mercados de exportación.

Se señala que la siembra de maíz en Argentina comenzará el próximo mes y que las empresas agrícolas están experimentando problemas para importar productos necesarios para la campaña, incluyendo semillas de maíz. La falta de estos insumos podría afectar la producción de maíz en un momento en que se espera una mejora en las exportaciones en 2024.

Fuente: La Nación Campo

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