Si la verdad no importa, entonces, ¿qué es lo que importa?
Por el Lic. Adrián Dall’Asta El otro día escuché un diálogo entre Mario Pergolini y Reynaldo Sietecase que me dejó muy impactado. No solo por la indiferencia con la que muchas personas abordan el contenido que circula en redes sociales, sino también por la tesis que plantearon: “La verdad ya no importa”. Vivimos en una época donde cualquier afirmación puede validarse no por su veracidad, sino por el simple hecho de que esté presente de manera reiterada o porque alguien con influencia o una multitud lo respalda. Pergolini y Sietecase discutían cómo la proliferación de contenidos en las plataformas digitales ha desdibujado los límites entre lo verdadero y lo falso. Lo que alguna vez fue un objetivo esencial del periodismo —la búsqueda de la verdad— ahora parece un ideal relegado frente al triunfo del impacto emocional, la viralidad y la inmediatez. El fenómeno no es nuevo, pero su escala y consecuencias, sí lo son. Nos enfrentamos a un panorama donde el ruido supera a los datos, y donde la repetición constante de una mentira puede terminar convenciéndonos de que es real. ¿Cómo llegamos aquí? Las redes sociales han democratizado la comunicación, lo cual es en principio positivo. Sin embargo, también han erosionado la autoridad de las fuentes tradicionales y confiables. Antes, la validación de una información pasaba por el filtro de periodistas, editores y expertos que evaluaban su calidad y veracidad. Hoy, cualquier persona con un teléfono y conexión a internet puede emitir una opinión o compartir una noticia sin ningún tipo de verificación. En este contexto, la verdad se ha vuelto una moneda de cambio menos valiosa que la capacidad de generar interacciones. Lo más preocupante es que esta dinámica no solo afecta la información, sino también nuestras relaciones humanas y decisiones colectivas. Si la verdad deja de importar, entonces ¿qué es lo que ocupa su lugar? La respuesta parece ser la emoción: el contenido que genera indignación, alegría o miedo es el que predomina. El algoritmo no discrimina entre lo verdadero y lo falso; solo premia aquello que nos hace reaccionar. Sietecase reflexionó sobre el impacto de esta indiferencia en la construcción de una sociedad más justa. “Si dejamos de valorar la verdad, también dejamos de valorar el debate informado y la posibilidad de alcanzar consensos significativos”, dijo. Pergolini, por su parte, planteó un enfoque pragmático: “Tal vez ya no se trate de buscar la verdad, sino de aprender a navegar en este mar de desinformación sin ahogarnos”. Pero ¿es esto suficiente? La situación requiere que asumamos una responsabilidad colectiva. En primer lugar, como consumidores de información, debemos desarrollar una mirada crítica. Aprender a verificar fuentes, cuestionar titulares llamativos y diferenciar entre opinión y hecho, son habilidades esenciales en esta era. Además, es fundamental que las plataformas tecnológicas asuman su papel en la moderación del contenido. Si bien no es tarea fácil, deben encontrar el equilibrio entre la libertad de expresión y la promoción de contenidos responsables. Por otra parte aparece una afirmación muy real y cruda de Mario Pergolini: “El público en la actualidad se informa, según su edad, de acuerdo al dispositivo”. En este sentido, ponía como ejemplo que cualquier chico de 14 años promedio afirma una pseudo noticia como una verdad absoluta, simplemente porque lo vio en internet, confirmando la tesis de lo altamente vulnerable que son los adolescentes actuales a recibir cualquier afirmación, y a creerla como una verdad, sin tener el menor criterio de confrontación o consolidación del contenido, Esto es ALTAMENTE PELIGROSO, PADRES Y EDUCADORES !!!!!!!! Finalmente, el periodismo tiene un rol irrenunciable en este desafío. Los periodistas no pueden permitirse ser cómplices de la desinformación por la búsqueda de clics o ratings. Recuperar la confianza del público requiere un compromiso renovado con la verdad y la transparencia. Como dijo alguna vez Gabriel García Márquez, el periodismo es “el mejor oficio del mundo”, pero solo si se ejerce con responsabilidad y pasión por la verdad. Entonces, si la verdad no importa, ¿qué nos queda? Nos queda la tarea titánica de recuperarla, de revalorizarla como el cimiento sobre el cual construir no solo nuestras opiniones, sino también nuestras comunidades y democracias. La verdad, aunque a veces incómoda o compleja, sigue siendo el faro que nos permite orientarnos en un mundo cada vez más confuso. Y por ello, no podemos darnos el lujo de abandonarla. www.fundacionpadres.org IG adriandallastaok
Consumo de pornografía infantil ¿Vamos a seguir mirando al costado?
Por el Lic. Adrián Dall’Asta En la era digital, donde el acceso a internet es casi omnipresente, los niños y adolescentes se enfrentan a riesgos sin precedentes. Entre ellos, el consumo irrestricto de pornografía se ha convertido en un problema grave, cuyos efectos se manifiestan tanto en el presente como en el futuro. Este fenómeno, muchas veces subestimado, afecta no solo el desarrollo emocional y cognitivo de los menores, sino también las dinámicas sociales y la percepción de la sexualidad. El acceso temprano y sus consecuencias inmediatas Un estudio reciente en España reveló que la edad promedio de exposición inicial a la pornografía ha descendido a los 11 años, y en algunos casos incluso antes. Plataformas como YouTube, redes sociales o servicios de mensajería instantánea han facilitado el acceso accidental o intencionado a contenido pornográfico. Según un documental emitido por RTVE titulado “Generación XXX”, muchos menores acceden por curiosidad, pero se encuentran con una representación distorsionada y deshumanizada de las relaciones sexuales. Los daños inmediatos son numerosos. Psicólogos infantiles y expertos en educación sexual advierten que el consumo de pornografía en edades tempranas puede generar confusión sobre la sexualidad, aumentar la probabilidad de comportamientos sexualizados inadecuados y fomentar actitudes machistas o violentas. Además, los menores que consumen pornografía regularmente suelen mostrar mayores niveles de ansiedad, baja autoestima y dificultad para establecer relaciones afectivas saludables. Consecuencias a largo plazo: la “Generación XXX” El término “Generación XXX” o “Generación Porno” hace referencia a una generación que ha crecido con acceso irrestricto a la pornografía, lo que ha moldeado su percepción de la sexualidad y las relaciones humanas. A largo plazo, las consecuencias pueden incluir adicciones conductuales, insensibilidad emocional, y una normalización de comportamientos sexuales extremos o poco saludables. En algunos casos, esto también puede derivar en problemas como disfunción eréctil psicógena en jóvenes adultos. Según el mencionado documental y otros estudios en el ámbito europeo, también se observan impactos sociales preocupantes. La pornografía refuerza estereotipos de género y puede promover una cultura de cosificación y violencia hacia las mujeres. En el ámbito educativo, los docentes informan de un aumento en incidentes de acoso sexual entre compañeros, muchas veces influenciados por lo que los menores ven en la pornografía. Casos reales y voces de alerta En España, casos documentados por programas como “Informe Semanal” de RTVE han sacado a la luz situaciones alarmantes. Uno de los ejemplos más destacados es el caso de un grupo de adolescentes en Valencia que replicó actos violentos vistos en videos pornográficos, afectando gravemente a una compañera de clase. Este incidente evidenció la falta de educación sexual integral y la urgencia de regular el acceso a contenido para adultos. Otra historia relatada en el documental “Hijos del porno” destaca el testimonio de padres que descubrieron que sus hijos, menores de 12 años, ya mostraban signos de dependencia al consumo de pornografía. Estas familias denuncian la falta de herramientas para enfrentar el problema y el escaso control que ejercen las plataformas digitales sobre el acceso de menores. La importancia de la educación y la regulación Frente a este panorama, los expertos coinciden en que la clave está en la prevención y la educación. Programas escolares de educación sexual adaptados a cada etapa del desarrollo pueden ayudar a los niños y adolescentes a comprender la importancia del respeto, el consentimiento y las relaciones saludables. Además, los padres también juegan un rol fundamental, creando un espacio seguro para dialogar sobre estos temas y monitoreando el acceso a internet. En paralelo, se requiere una regulación más estricta por parte de las autoridades y las plataformas digitales. En países como Francia, ya se han implementado leyes que obligan a los sitios de pornografía a verificar la edad de los usuarios mediante sistemas más robustos. España podría seguir este ejemplo para proteger a sus menores. El consumo irrestricto de pornografía en niños es una problemática que requiere atención urgente. No se trata solo de proteger la inocencia de la infancia, sino de garantizar un desarrollo emocional y social saludable para las futuras generaciones. Es responsabilidad de la sociedad en su conjunto—padres, educadores, autoridades y plataformas digitales—actuar de manera decidida para enfrentar este desafío y evitar que la “Generación XXX” se convierta en un legado de problemas psicológicos y sociales permanentes. www.fundacionpadres.org IG adriandallastaok
El verdadero sentido de las fiestas de fin de año: Reconectar con la familia, y con nosotros mismos
¿Y la fiesta?, la fiesta es la vida…. Joseph Pieper. Las fiestas de fin de año son un regalo invaluable. Son más que una fecha en el calendario; representan una pausa necesaria en medio del vértigo cotidiano, una oportunidad para detenernos, mirar a quienes nos rodean y valorar lo que realmente importa: la familia, los afectos genuinos y el tiempo compartido. En una sociedad cada vez más marcada por la prisa, las pantallas y los compromisos, estas celebraciones nos invitan a retomar contacto con lo esencial, a reconocernos y a abrazarnos desde el corazón. La familia, en todas sus formas, es el mayor tesoro que podemos tener. No hablamos de la familia idealizada que a menudo se muestra en las películas o en las redes sociales, sino de la familia real: esa que es imperfecta, que discute, que a veces se distancia, pero que siempre está ahí como un refugio. Las fiestas son el momento para reconocernos como parte de ese tejido único, para reencontrarnos con nuestras raíces y reforzar los lazos que nos definen. En esos abrazos cálidos, en la risa compartida y hasta en las conversaciones difíciles, se encuentra la esencia de lo que significa pertenecer. En este contexto, es importante reflexionar sobre cómo nos relacionamos con los demás. En una época donde un mensaje de WhatsApp o un emoji se ha convertido en una forma estándar de saludo, estas fiestas nos invitan a romper con la superficialidad y a conectar de verdad. ¿Qué sentido tiene enviar un mensaje genérico, solo para “quedar bien”, cuando lo que realmente importa es el calor de una llamada sincera, una visita inesperada o un abrazo que no necesita palabras? Saludar desde el corazón significa estar presentes, aunque sea brevemente, y demostrar con gestos pequeños pero auténticos que los demás son importantes para nosotros. El fin de año también nos enfrenta a la nostalgia, especialmente por quienes ya no están. Pero en lugar de dejarnos abrumar por la tristeza, estas fechas nos enseñan que recordar con alegría a quienes amamos es una forma de mantenerlos vivos en nuestra memoria y en nuestras tradiciones. Ellos siguen siendo parte de nuestras vidas en cada anécdota, en cada receta que preparamos juntos y en cada detalle que evoca su presencia. Recordar desde el amor nos reconforta y nos fortalece. Otro aspecto crucial de estas celebraciones es la capacidad de hacer espacio para los demás. Las fiestas nos llaman a mirar más allá de nuestro círculo inmediato, a tender la mano a quienes podrían sentirse solos. Tal vez se trate de invitar a un vecino, de incluir a un amigo que está lejos de su familia o simplemente de hacerle sentir a alguien que no está olvidado. Estos gestos de solidaridad y empatía no solo enriquecen a quienes los reciben, sino también a quienes los dan, recordándonos que la verdadera riqueza está en compartir. Finalmente, estas fechas son una invitación al balance personal. Reflexionar sobre el año que termina nos ayuda a reconocer los aprendizajes, celebrar los logros y aceptar las dificultades con gratitud. También es el momento de renovar propósitos, no solo en términos de metas externas, sino en aquello que nos permite crecer como personas: dedicar más tiempo de calidad a nuestra familia, cuidar nuestra salud emocional y física, y construir relaciones más auténticas y significativas. El 2025 se acerca con nuevas oportunidades, pero para recibirlo plenamente, es esencial dar al presente el espacio que merece. Las fiestas de fin de año no son un simple trámite social; son una oportunidad para reconectar con quienes amamos, para abrazar nuestras imperfecciones y para recordar que, aunque la vida avance a toda velocidad, siempre podemos elegir detenernos, agradecer y vivir con el corazón abierto. Porque al final, lo que más importa no son las cosas que logramos, sino los momentos que compartimos y el amor que dejamos en los demás. www.fundacionpadres.org IG adriandallastaok
Cuando prohibir puede ser mucho más que una buena idea
¿Es hora de cuestionarnos si la tecnología, especialmente los teléfonos celulares y las redes sociales, deberían ser accesibles para los menores? Australia ha dado un paso contundente al proponer restricciones para redes sociales a menores de 16 años. Más allá de un debate político, este movimiento plantea una reflexión urgente para las familias y la sociedad en general. El gobierno australiano argumenta que las redes sociales están dañando a los jóvenes al promover adicciones, afectar su salud mental y exponerlos a contenidos dañinos. La propuesta se enfoca en obligar a las plataformas a verificar la edad de los usuarios, penalizándolas con multas millonarias si no cumplen con estas medidas. Lo interesante es que no se responsabiliza a los padres ni a los menores, sino directamente a las empresas tecnológicas. Según la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, el objetivo es proteger a los niños, no castigarlos ni aislarlos. La palabra “prohibir” a menudo evoca sentimientos encontrados. Algunos la perciben como un límite necesario; otros, como una intrusión a la libertad. Pero cuando se trata de proteger a los más vulnerables —los niños—, ¿no deberíamos verla como una herramienta para cuidar su desarrollo, su salud mental y su bienestar emocional? En el contexto actual, la proliferación de los teléfonos celulares entre los menores de edad es una realidad innegable. Según datos recientes, un gran porcentaje de niños menores de 12 años ya poseen un dispositivo propio. Lo que empezó como un recurso práctico para mantenerlos comunicados ha evolucionado en un fenómeno que ha transformado, para bien y para mal, las dinámicas familiares y sociales. Pero aquí surge una pregunta incómoda: ¿están preparados los niños para gestionar esta tecnología? La evidencia indica que no. El acceso irrestricto a internet, las redes sociales y los videojuegos ha expuesto a los menores a contenidos inapropiados, riesgos de adicción, ciberacoso, e incluso a problemas de salud mental, como ansiedad y depresión. Entonces, ¿por qué no nos atrevemos a prohibir el uso de celulares antes de los 12 años? Para los padres, surge una pregunta inevitable: ¿estamos estableciendo límites saludables para nuestros hijos? Prohibir no es castigar, sino proteger. Así como evitamos que un niño pequeño juegue en una calle transitada, ¿por qué no regular el acceso a un entorno digital diseñado para captar la atención a cualquier costo? Países como España y regiones como Nueva York también están implementando medidas para limitar la exposición de los menores a estos entornos. Es evidente que no se trata de prohibiciones arbitrarias, sino de reconocer que la tecnología debe estar al servicio de las personas, no al revés. Prohibir, en este caso, puede ser mucho más que una buena idea; puede ser un acto de amor y responsabilidad hacia las generaciones futuras. La discusión no puede quedarse en el ámbito legislativo o corporativo. Los padres, las escuelas y las comunidades tienen el poder de cuestionar la normalización de la hiperconexión en la infancia. Mientras debatimos soluciones ideales, cada día de inacción deja a los niños más vulnerables. No se trata de demonizar a la tecnología. En un mundo conectado, los celulares pueden ser una herramienta maravillosa si se utiliza adecuadamente. Pero en manos de niños sin la madurez suficiente, se convierte en un arma de doble filo. Como sociedad, debemos reflexionar: ¿qué estamos priorizando? ¿El confort inmediato o el bienestar a largo plazo de nuestros hijos? A veces, prohibir puede ser el primer paso para recuperar lo que realmente importa. Es momento de actuar. www.fundacionpadres.org IG adriandallastaok
El noviazgo como cimiento del amor verdadero: un llamado a la reflexión en tiempos de relaciones fugaces
En la vorágine del mundo actual, donde la inmediatez y la superficialidad parecen gobernar las relaciones humanas, el noviazgo ha perdido su lugar como una etapa esencial para construir un amor sólido y duradero. Lo que antes era un proceso pausado y profundo de conocimiento mutuo, hoy se ha convertido en una carrera frenética por satisfacer expectativas superficiales, alimentadas por un entorno mediático que glorifica la fugacidad y descuida la trascendencia de los vínculos humanos. En este contexto, no resulta extraño observar cómo modelos, cantantes, celebrities y futbolistas, figuras que gozan de visibilidad global, protagonizan historias de amor que rara vez logran sostenerse en el tiempo. Estos romances, a menudo iniciados con grandes despliegues de pasión y acompañados por el brillo de los reflectores, tienden a desmoronarse rápidamente, dejando a su paso rupturas públicas y familias fragmentadas. Estas figuras, que son vistas como referentes culturales, no logran cimentar relaciones estables, en gran medida porque las bases sobre las que construyen sus vínculos suelen ser tan efímeras como el impacto de una publicación en redes sociales. El noviazgo, concebido como un período de aprendizaje mutuo, permite que las parejas desarrollen valores como la paciencia, la empatía y el respeto, esenciales para enfrentar las inevitables adversidades de la vida en común. Es un tiempo para compartir ideales, visiones de futuro y fortalecer la confianza, elementos que no pueden surgir de manera espontánea ni ser reemplazados por la atracción física o el reconocimiento social. Sin embargo, este periodo parece haber sido sustituido por dinámicas centradas en la satisfacción instantánea, donde el interés genuino por el otro se diluye entre selfies, mensajes efímeros y muestras de afecto que buscan más likes que intimidad emocional. La constante exposición mediática de las figuras públicas ha creado una ilusión peligrosa: que el éxito profesional o la belleza física son suficientes para garantizar la estabilidad en las relaciones. Pero la realidad demuestra lo contrario. Las parejas que no invierten tiempo y esfuerzo en conocerse profundamente, que no enfrentan juntas los desafíos del crecimiento personal y que no consolidan una verdadera conexión emocional, inevitablemente se enfrentan a la fragilidad de los lazos superficiales. Así, muchos de estos romances terminan como anécdotas de portada en revistas de entretenimiento, dejando una lección que pocos parecen querer asimilar. El verdadero amor, ese que trasciende las circunstancias y permanece firme ante las pruebas de la vida, no se construye de la noche a la mañana ni se sostiene con bases frágiles. Requiere de tiempo, compromiso y un deseo auténtico de comprender y cuidar al otro. En un mundo en donde las relaciones se han vuelto transacciones emocionales inmediatas, recuperar el valor del noviazgo no es solo una necesidad personal, sino un acto de resistencia cultural. Es un recordatorio de que las conexiones más profundas y significativas no se encuentran en la prisa, sino en la dedicación y la voluntad de construir algo duradero. Hoy más que nunca, es urgente reflexionar sobre el impacto de estas tendencias fugaces y retomar el noviazgo como una etapa vital para garantizar un amor auténtico y pleno. Porque, al final, lo que define la verdadera riqueza de una relación no es el número de seguidores ni los aplausos del público, sino la fortaleza de los cimientos que la sostienen en el tiempo. www.fundacionpadres.org IG adrianddallastaok
Los nuevos desafíos vocacionales en tiempos de Inteligencia Artificial
En pleno 2024, el panorama educativo y laboral ha cambiado drásticamente, marcado por el auge de la inteligencia artificial (IA). Esta herramienta, que promete revolucionar industrias y redefinir habilidades, plantea nuevos retos para los adolescentes de la generación Z, quienes se encuentran en la encrucijada de elegir una carrera en un mundo en constante transformación. El impacto de la IA en la educación y las vocaciones La inteligencia artificial no solo está transformando la forma en que aprendemos, sino también lo que se aprende. Plataformas como ChatGPT, Duolingo con IA y herramientas de análisis de datos han democratizado el acceso a la información, permitiendo que los jóvenes accedan a contenidos especializados desde cualquier lugar. Sin embargo, también han generado preguntas profundas: ¿Qué rol jugará el ser humano en un mundo donde las máquinas pueden automatizar tareas complejas? ¿Qué habilidades seguirán siendo exclusivamente humanas? Aquí es donde radica uno de los mayores desafíos: la necesidad de adaptar las vocaciones al nuevo contexto tecnológico. Carreras tradicionales como derecho, medicina e ingeniería ya están siendo rediseñadas para integrar competencias digitales y conocimientos en IA. Por otro lado, áreas como ética, filosofía y psicología, otrora consideradas poco prácticas, cobran relevancia al tratar los dilemas éticos que surgen con el uso de estas tecnologías. La importancia de las habilidades socioemocionales En este contexto de transformación tecnológica, las habilidades socioemocionales o habilidades sociales se convierten en un pilar fundamental para el desarrollo integral de los adolescentes. Estas competencias, que incluyen la gestión emocional, la empatía, la comunicación asertiva, la resiliencia y la resolución de conflictos, son esenciales para enfrentar los retos del presente y del futuro. La IA, aunque poderosa, carece de habilidades humanas intrínsecas como la sensibilidad emocional y la capacidad de construir relaciones interpersonales genuinas. Por ello, es crucial reforzar la educación en habilidades socioemocionales desde edades tempranas y durante la adolescencia. Algunas estrategias para potenciar estas habilidades incluyen: Fomentar la educación emocional en las escuelas: Incluir programas específicos que enseñen a los estudiantes a identificar, comprender y gestionar sus emociones, así como a desarrollar empatía hacia los demás. Promover el trabajo en equipo: Proyectos grupales que impliquen colaboración, negociación y resolución de problemas ayudan a los adolescentes a practicar la comunicación efectiva y la cooperación. Practicar la toma de decisiones responsable: Simulaciones o debates que incluyan dilemas éticos y sociales pueden preparar a los jóvenes para tomar decisiones reflexivas en escenarios complejos. Estimular la resiliencia y la tolerancia a la frustración: Enseñar a los estudiantes a ver los fracasos como oportunidades de aprendizaje y a adaptarse a los cambios. Desarrollar la escucha activa y la comunicación asertiva: Estas habilidades fortalecen las relaciones personales y profesionales, esenciales en un mundo interconectado. Desafíos para los adolescentes de hoy Los adolescentes actuales enfrentan presiones únicas. Por un lado, la expectativa de dominar la tecnología y, por otro, la necesidad de mantener habilidades humanas esenciales como la creatividad, la empatía y el pensamiento crítico. Saturación de información: La generación Z creció con acceso ilimitado a datos, pero filtrar información relevante y confiable sigue siendo un desafío. La IA puede generar contenido rápidamente, pero también puede perpetuar errores o sesgos si no se maneja con cuidado. Incertidumbre vocacional: Muchas carreras del futuro aún no existen, lo que dificulta la elección de un camino educativo. ¿Cómo preparar a los jóvenes para profesiones desconocidas? Competencia global: La tecnología permite que las oportunidades laborales sean más globales, pero también aumenta la competencia entre talentos de todo el mundo. Equilibrio emocional: La dependencia de dispositivos y la constante comparación en redes sociales pueden afectar la salud mental, dificultando el enfoque en los estudios y la exploración vocacional. Cómo pensar en una carrera en 2025 Elegir una carrera en la actualidad requiere un enfoque diferente al de generaciones anteriores. No se trata solo de elegir una profesión “rentable” o prestigiosa, sino de identificar habilidades y pasiones que puedan complementarse con las tendencias tecnológicas. En definitiva, oír nuestra voz interior, ese llamado denominado VOCACIÓN. Algunas recomendaciones clave incluyen: Priorizar habilidades blandas: La empatía, la capacidad de trabajar en equipo, la resolución de problemas complejos y la creatividad serán competencias diferenciadoras que las máquinas no pueden replicar plenamente. Apostar por la interdisciplinariedad: En lugar de centrarse en un solo campo, combinar áreas como tecnología y humanidades, ciencia y ética, o arte y programación puede abrir nuevas puertas. Mantenerse actualizado: Aprender a aprender será una habilidad esencial. La educación continua y la capacidad de adaptarse a nuevos contextos serán más importantes que nunca. Explorar la sostenibilidad: En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático y la equidad social, las carreras que aborden estos desafíos serán cruciales. En tiempos de inteligencia artificial, la vocación al estudio no pierde relevancia; al contrario, se renueva. Los adolescentes de la generación Z tienen la oportunidad de construir un futuro más integrado entre humanos y máquinas, siempre y cuando se enfoquen en desarrollar habilidades únicas y en mantenerse abiertos a un aprendizaje constante. Potenciar las habilidades socioemocionales será clave para que los jóvenes no solo se adapten al cambio, sino que también lideren con sensibilidad y humanidad en un mundo transformado por la tecnología. IG adriandallastaok www.fundacionpadres.org
Máximo Kirchner sobre Milei: “Lo veía saltar como koala a los brazos del presidente de Estados Unidos”
“Cualquiera podría hacer lo mismo que hace Milei con estos números que quiere mostrar. Solo tenés que tener un grado de deshumanización, crueldad y ausencia de empatía. Lo veía saltar como koala a los brazos del presidente de Estados Unidos. Yo ya vi esto con las relaciones carnales del menemismo en los 90. Creían que como jugaban al golf con el presidente de Estados Unidos nos iba a ayudar”, afirmó el diputado nacional a días que se confirme por Casación la condena para la ex presidenta . “El Estado debe estar al servicio de su pueblo, hoy está al servicio de los intereses de los más poderosos. Milei construye su administración con el solo fin de pagar la deuda que tomaron [Mauricio] Macri, [Luis “Toto”] Caputo y [Federico] Sturzenegger”, cuestionó Máximo ante los números que blindan la macro, y agregó: “Al que le sube la luz, el gas y el transporte, ¿de qué le sirve toda esta ficción libertaria de números macroeconómicos?”. En lo que pareció ser un mensaje dirigido al gobernador Kicillof, en medio de la interna que tiene con Cristina, Kirchner afirmó: “Jamás voy a aceptar ser extranjero en mi país. A pesar de las defecciones y las ingratitudes, hay que seguir caminando. Porque no hay mensaje más anticasta que el de Cristina, que va a militar y hablar con la gente aunque le prohíban estar en una boleta, mientras que otros se enojan si no los ponen en una lista” “El peronismo atraviesa una debilidad espiritual en gran parte de su dirigencia. Tenemos que ofrecerle a la sociedad un proyecto de país mejor que este. Es una obligación que nos debemos. La responsabilidad que tenemos es reagrupar y reorganizar al pueblo, haya votado a quien haya votado”, señaló el diputado, en lo que fue una crítica directa para aquellos gobernadores y diputados peronistas, que votaron a favor del gobierno en varias leyes
Más allá del cumpleaños: El sentido profundo de celebrar la vida
El viernes pasado fue mi cumpleaños y me puse a pensar, por ende a escribir, sobre la importancia y lo que significaron en mi vida, cada uno de ellos. Los cumpleaños son mucho más que una fecha en el calendario: representan una oportunidad para valorar la vida y reflexionar sobre nuestra existencia. Desde una perspectiva psicológica y filosófica, la celebración de un cumpleaños no solo refuerza nuestra identidad, sino que también fortalece los lazos con las personas significativas que nos rodean, ayudándonos a reconocer lo mucho o poco que tenemos y valorar lo realmente importante: la vida misma. La dimensión psicológica del cumpleaños: Identidad y pertenencia La celebración de un cumpleaños es, en esencia, un acto simbólico que nos permite anclarnos en el tiempo y en la memoria de quienes nos rodean. Desde la infancia, los cumpleaños actúan como ritos de paso que nos ayudan a sentir que formamos parte de algo más grande. Para los niños, un cumpleaños celebrado junto a la familia y los amigos significa más que regalos o juegos; significa que son valorados, amados y, sobre todo, que pertenecen. Esta vivencia nutre el sentido de identidad y autoestima, componentes esenciales para el desarrollo de una personalidad fuerte y resiliente. Cuando un niño carece de estas experiencias por razones de pobreza o dificultades familiares, el impacto puede ser profundo. La ausencia de una celebración que marque y valore su existencia puede hacer que el niño se sienta menos valorado, o incluso invisible, frente al resto de la sociedad. Esto puede generar sentimientos de soledad, exclusión y tristeza, experiencias que condicionan su desarrollo y se trasladan a la vida adulta en forma de inseguridades y carencias afectivas. Filosofía y reflexión: La vida como un bien que merece ser celebrado Desde una perspectiva filosófica, celebrar el cumpleaños de una persona es, en el fondo, una manifestación de gratitud y reconocimiento a la vida. El filósofo Martin Buber habla del valor del “encuentro” como una forma de conexión auténtica entre personas. Un cumpleaños es, en este sentido, un momento de encuentro profundo en el que se puede reconocer a la persona en su esencia, y así recordarle que su vida tiene un valor intrínseco. Celebrar la vida implica también una forma de compromiso con ella, lo que nos invita a cuidarla y preservarla. En una sociedad que muchas veces se enfoca en el éxito material y la productividad, el simple acto de detenerse a celebrar un cumpleaños nos recuerda que el verdadero valor reside en estar vivos y en poder compartir esos momentos con quienes nos rodean. Nos invita a una pausa reflexiva en la que, más allá de los bienes materiales, podemos apreciar el privilegio de estar vivos y la importancia de nuestros vínculos afectivos. Las secuelas de la desigualdad: Niños que no pueden celebrar Cuando las circunstancias no permiten celebrar los cumpleaños, sobre todo en la niñez, se deja una herida emocional que puede perdurar. La pobreza y las dificultades familiares no solo privan a los niños de los bienes materiales; también pueden privarlos de experiencias emocionales básicas, como la de sentirse celebrados y valorados. Los cumpleaños se convierten, entonces, en recordatorios de la carencia y la desigualdad. Para muchos niños en situación de pobreza, la falta de una celebración de cumpleaños puede reforzar un sentimiento de marginación. En una sociedad en la que las celebraciones suelen ser un medio de integración, el no poder vivir esa experiencia los coloca, en cierto modo, al margen. Esta situación puede afectar sus relaciones futuras y hacer que internalicen sentimientos de inferioridad y rechazo. El valor trascendental de celebrar y ser celebrados Más allá de la fiesta, un cumpleaños representa una afirmación de vida. Es una fecha que, por encima de lo material, nos recuerda que cada año vivido es un motivo de agradecimiento y reflexión. Desde la psicología, se sabe que los rituales, como el de celebrar un cumpleaños, ayudan a estructurar la vida emocional, ofreciendo una narrativa de continuidad y pertenencia. Para los adultos, esta fecha puede ser una oportunidad para recordar la importancia de los amigos, la familia y de la vida misma, sin importar la abundancia o carencia de bienes materiales. Para las personas de todas las edades, un cumpleaños es una oportunidad para recibir cariño, apoyo y validación. En un mundo cada vez más acelerado y centrado en la productividad, la oportunidad de detenerse a celebrar nos recuerda el verdadero valor de la vida, un valor que no se encuentra en lo que poseemos, sino en quienes somos y en las relaciones que construimos. Más allá del cumpleaños: Construir comunidad y empatía Celebrar el cumpleaños de alguien, o simplemente acompañarlo en su día, es una manera de decirle: “tu vida importa”. En especial en las familias y comunidades, este tipo de celebraciones pueden convertirse en una forma de contrarrestar los efectos de la soledad y la exclusión. Festejar a aquellos que quizás no puedan tener una celebración completa, ya sea por razones económicas o familiares, es una muestra de empatía y solidaridad que fortalece los vínculos y construye comunidad. Más allá de la fiesta, el mensaje esencial del cumpleaños es que la vida merece ser celebrada y cuidada. Porque cuando celebramos, recordamos que nuestra existencia y la de los demás tienen un valor profundo y duradero. Se los digo yo, que nunca me gustaron los cumpleaños, hasta el próximo domingo. www.fundacionpadres.org IG adriandallastaok
Autocastigo entre adolescentes: el grito silencioso de una generación que necesita ayuda
La práctica del autocastigo, especialmente entre adolescentes, es una problemática en aumento que refleja una crisis de salud mental y emocional que muchos jóvenes enfrentan en silencio. En escuelas, redes sociales, e incluso en sus hogares, los chicos y chicas recurren a cortes en su piel o a otros métodos de autolesión como una forma de enfrentar la presión, la ansiedad y la falta de contención emocional. Las estadísticas muestran un aumento significativo en casos de autolesión en los últimos años, sobre todo en contextos urbanos, donde las exigencias académicas, la hiperconectividad y el aislamiento emocional ejercen una presión constante. Los especialistas coinciden en que los adolescentes recurren a estas prácticas para canalizar emociones que sienten que no pueden expresar de otra manera. El corte se convierte en un escape a su sufrimiento, una forma de transformar el dolor emocional en físico, algo tangible que pueden comprender y “controlar”. Esta práctica, sin embargo, también es una señal de alerta: es el grito silencioso de una generación que pide ayuda y apoyo de su entorno. Psicólogos y pedagogos indican que los adolescentes necesitan desesperadamente una red de apoyo emocional en casa y en la escuela para aprender a procesar sus emociones de manera saludable. La presión académica, la comparación constante en redes sociales y las dinámicas familiares complejas son factores que contribuyen a este fenómeno. Las redes sociales, en particular, han intensificado el problema al ofrecer tanto una vía para el desahogo como un espacio de juicio y comparación. Los jóvenes suelen encontrar en internet ejemplos de autocastigo como una forma de “descarga”, sin encontrar en el entorno digital la contención adecuada para manejar la ansiedad, el estrés o el rechazo que experimentan. Sin embargo, en muchos casos, el hogar y la escuela no están preparados para ofrecer el apoyo necesario. La falta de comunicación y la poca disponibilidad emocional de algunos padres, muchas veces derivada de sus propias preocupaciones o del uso excesivo de dispositivos, contribuyen a que los adolescentes no tengan un espacio seguro donde expresar sus emociones. Por otro lado, la respuesta institucional en las escuelas suele estar centrada en el rendimiento académico, dejando de lado las necesidades emocionales de los estudiantes. El trabajo preventivo y la comunicación permanente son aliados claves a la hora de estar atentos a estas reacciones que muchas veces nos sorprenden en la rutina cotidiana. Crear un entorno de confianza y contención en los espacios donde los jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo, como la escuela y el hogar, es esencial para ayudarles a desarrollar herramientas emocionales. Talleres de inteligencia emocional, programas de mentoría y el fortalecimiento del vínculo familiar pueden marcar una diferencia significativa. Según los expertos, el primer paso para reducir el autocastigo es validar el dolor emocional de los adolescentes, dejándoles saber que no están solos y que existen alternativas saludables para enfrentar sus problemas. La sociedad en su conjunto tiene un rol importante en la respuesta a esta problemática. Es fundamental que los padres, docentes y demás adultos responsables se informen sobre este tema y actúen con sensibilidad, brindando a los adolescentes el apoyo emocional necesario y fomentando en ellos el desarrollo de habilidades de afrontamiento saludables, especialmente trabajando como parte de la currícula escolar, las habilidades sociales. Así, podríamos dar una respuesta efectiva al grito silencioso de esta generación, recordándoles que su dolor es legítimo, que la ayuda está disponible y que no tienen que enfrentarlo solos. www.fundacionpadres.org @adriandallastaok
Quintela recusó a la Junta electoral del PJ, y denuncia proscripción
La impugnación que se hace bajo reserva de Caso Federal, se presentó en la jornada de ayer, cuando crecen las acusaciones cruzadas entre ambas listas. La misma, que está dirigida a la Junta Electoral del Partido Justicialista Orden Nacional, afirma que: 1.- DE LA RECUSACIÓN A LA JUNTA ELECTORAL Que en tiempo y forma legales, venimos por este acto a recusar la constitución de esta Junta Electoral, impugnando genéricamente todas las actuaciones realizadas, atento a la manifiesta parcialidad y a las irregularidades evidenciadas en el marco de su intervención como órgano director del proceso electoral desde la etapa de recepción y análisis de la documentación exigida por la normativa aplicable, el 19/10/2024, hasta el dictado de la Resolución No 5, de fecha 25/10/2024.- Que todo ello no solo vulnera en forma manifiesta la objetividad, regularidad e imparcialidad que naturalmente deben emanar de todo el accionar del cuerpo, sino que además constituye una palmaria violación a las garantías constitucionales de derecho de defensa, debido proceso, derecho a elegir y ser elegido, incurriendo con todo ello en un acto antidemocrático e intento de proscripción a la lista que representamos. Que el debido proceso es un principio jurídico básico y elemental que resulta plenamente aplicable al Derecho Electoral aún en sede partidaria. Este principio rector por el cual todo afiliado tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar un resultado justo y equitativo dentro del proceso electoral, como así también principalmente la imparcialidad de la autoridad. Que entre estas garantías se encuentra la de permitirle tener oportunidad de ser oído, a hacer valer sus pretensiones legítimas frente a la Junta, de poder fiscalizar íntegramente el proceso electoral. Que en el presente proceso, está parte fue limitada en todos los aspectos, siendo ello no solo violatorio del debido proceso sino fiel reflejo de la parcialidad de la Junta a favor de la lista contraria. Que lo aquí denunciado, habilita a solicitar la recusación de la junta. Toda vez que existen una serie de actos elocuentes que procuraron facilitar la oficialización de la lista contraria y buscando proscribir a nuestra lista. Que nuestro país ha previsto un sistema democrático con el protagonismo exclusivo de los partidos políticos en la postulación de los candidatos a cargos electivos, de tal modo que los mismos solo pueden presentarse a propuesta de aquellos, en virtud de ello si la elección interna partidaria no se efectúa de manera que garantice transparencia y participación democrática, se deslegitimarían las futuras postulaciones de candidatos partidarios a cargos electivos. Que, por su parte, la Convención Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “la Corte encuentra necesario indicar que cualquier requisito para la participación política diseñado para partidos políticos, que no pueda ser cumplido por agrupaciones con diferente organización, es también contrario a los artículos 23 y 24 de la Convención Americana, en la medida en que limita, más allá de lo estrictamente necesario, el alcance pleno de los derechos políticos y se convierte en un impedimento para que los ciudadanos participen efectivamente en la dirección de los asuntos públicos. Los requisitos para ejercitar el derecho a ser elegido deben observar los parámetros establecidos en los párrafos 204, 206 y 207 de esta Sentencia”1.- Que todo el andamiaje convencional y constitucional, aseguran derechos y garantías políticas que no son compatibles con el acto de PROSCRIPCIÓN perpetrado por esta Junta electoral y que aquí estamos recusando. Cuadernillo de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: Derechos Políticos enlace: https://www.corteich.or.cr/sitios/libros/todos/docs/cuadernillo20.pdf Que, en otro orden de cosas, esta Junta ha evidenciado su falta de voluntad de encarar adecuadamente el proceso electoral, en una clara postura de favorecer a la lista contraria, lo surge, entre otros aspectos, de los siguientes hechos: 1. El padrón electoral nacional no se encuentra actualizado y depurado de fallecidos y dobles afiliaciones. Se encontraron graves inconsistencias entre el padrón nacional y los padrones de jurisdicciones provinciales, que modificarían el quantum del 2% exigido por el reglamento. 2. Falta de definición y/o información de los criterios que se establecen para la selección en cada distrito de los circuitos electorales y el criterio para el corte de cantidad de electores establecidos para dicha selección, recordando que deben primar los criterios de accesibilidad y participación federal. 3. Ausencia total de determinación e información de lugares de votación y mesas receptoras de votación que debieron ser materia de acuerdo entre ambas listas. 4. Falta de determinación del despliegue de las urnas y su posterior retito. 5. Falta de determinación, cantidad y/o designación de los delegados electorales en función de la distribución territorial de los centros de votación. Falta de comunicación a esta parte de los criterios y requisitos de selección de los delegados electorales. 6. Falta de designación de veedores que supervisen el proceso electoral, conforme lo previsto en el art. 7 del Reglamento. 7. Falta de presupuesto según lo exigido por el inc. b, art. 12 del reglamento electoral determinado para asegurar el funcionamiento del personal a designarse para cumplir funciones, actos preparatorios y el desarrollo del acto electoral. 8. Ausencia de información respecto de los contactos que se pudieron haber mantenido con las empresas de correo y de los presupuestos correspondientes. 9. Falta de designación de delegados informáticos del Correo. 10. Falta de determinación del tiempo y planificación de la distribución del equipamiento informático a ser utilizado en la transmisión de los telegramas de escrutinio. Que todo ello no hace más que evidenciar que la DECISIÓN DE LA JUNTA DE PROSCRIBIR NUESTRA LISTA Y A NUESTROS CANDIDATOS, YA ESTABA PREVIAMENTE ACORDADA POR LA MAYORÍA DE SUS MIEMBROS.- Presentación Junta Electoral – Federales