Lo último que había trascendido es que se encontraba internada en la unidad de terapia intensiva del Hospital Italiano, en el barrio porteño de Almagro. El motivo: su estado de salud se había agravado producto de una antigua mala praxis del médico Aníbal Lotocki, tal como ella contó en más de una oportunidad.
En las redes sociales se multiplicaron los pedidos de “cadena de oración” para la recuperación de la mujer que saltó a la fama en la casa de Gran hermano.
Sus problemas de salud comenzaron como consecuencia de una cirugía estética de glúteos, en la que se le inyectó metacrilato mezclado con otras sustancias no determinadas que ingresaron en su torrente sanguíneo y le provocaron un cuadro crónico de hipercalcemia primero e insuficiencia renal después. Junto a otras víctimas -Stefy Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi- se convirtió en querellante en el juicio que se le llevó adelante a Lotocki, en el que el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) porteño N º28 lo condenó por lesiones graves en febrero de 2022 a 4 años de prisión de cumplimiento efectivo y 5 de inhabilitación para ejercer su profesión.
En los últimos meses, Luna había tenido que someterse a un proceso de diálisis tres veces por semana. Fue en una de esas sesiones, en junio, que se descompensó y debió ser internada de urgencia en terapia intensiva con respirador. A los largo de los casi 80 días que permaneció internada, tuvo mejoras y recaídas a partir de diversas bacterias que contrajo y complicaron su cuadro.
Nacida el 21 de junio de 1980 en la ciudad de Rosario, Silvina Noelia Luna inició su carrera como modelo publicitaria y conductora. La fama le llegó en 2001 tras participar de la segunda edición de Gran Hermano, un reality que, sin dudas, le abrió las puertas del medio y que rápidamente la convirtió en una de las chicas del momento.