El representante argentino ante la Corte Penal Internacional (CPI), Mario Oyarzábal, denunció al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro por “el asedio” a la embajada en Caracas en la que se encuentran asilados desde marzo seis dirigentes opositores.
Desde hace más de una semana, el Gobierno chavista cortó el suministro de energía eléctrica y agua de la embajada, que hoy se erige bajo bandera de Brasil luego de la expulsión en agosto pasado de la delegación diplomática argentina.
“Es imperativo que se respete la inviolabilidad de nuestras sedes diplomáticas, y que se otorguen de manera urgente los salvoconductos necesarios para garantizar una salida segura”, sostuvo Oyarzábal, quien es además el embajador argentino en Países Bajos.
Desde el 23 de noviembre el chavismo cortó los servicios de luz y electricidad en la sede diplomática, que está rodeada por servicios de inteligencia.
También hay impedimentos para ingresar alimentos y medicinas.
De momento solo hubo un par de comunicados de Cancillería en los que repudiaron el asecho.