Uruguay tiene una cita con la historia este domingo con las próximas elecciones presidenciales que se disputan en la instancia de balotaje entre Yamandú Orsi, representante de la oposición, afiliado al Frente Amplio; y del otro lado con Álvaro Delgado, el candidato oficialista de la administración que tiene a Lacalle Pou como actual presidente uruguayo.
El escenario es muy distinto al del 27 de octubre, cuando Orsi se alzó con un 44% de los votos que sorprendió a propios y extraños y que tuvo al gobierno de Lacalle Pou en una situación incómoda, ya que Delgado logró un 26% de los sufragios.
Se debe a que Delgado apuntó a los partidos aliados al gobierno en la parte final de la campaña, sobre todo al Partido Colorado, que en primera vuelta sacó un 16% de los votos. Si se suma al 26% logrado por el elegido de Lacalle Pou para ser su sucesor, se contabiliza un 42% aproximadamente que, de mínima, tendría asegurado el candidato oficialista más algunos votos que pertenecen al Partido Cabildo Abierto que amplía aún más ese número.
Por lo que las encuestas marcan una paridad absoluta entre los candidatos, aunque alguna, tiene una ventaja cercana a 2 puntos de diferencia a favor del candidato opositor, Yamandú Orsi.
Pero un condimento más se agrega a la elección, y es que hay un 10% de votantes que aún no se definieron por qué candidato votará, lo que genera un suspenso por demás importante, ya que es una cifra que puede hacer variar a último momento los resultados.
Cabe destacar el Frente Amplio busca volver al poder, que lo tuvo como protagonista durante 15 años, mientras que desde el Partido Nacional quieren seguir con el legado implantado por Luis Lacalle Pou que logró arrebatarle el poder al Frente Amplio en unas elecciones históricas.
