El proyecto propone la eliminación del régimen de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias, (PASO) y pretende que los partidos, alianzas o confederaciones registrarán ante el Juez Federal con competencia electoral las listas de candidatos con una antelación de 60 días.
En el texto, indica que cada partido, podrá presentar una única lista de candidatos por categoría de cargos nacionales a ser dirimida. Esto, pone en tensión al PRO y a los radicales, que se ven en una encerrona, en donde podrían quedar sujetos a aceptar los espacios que les otorguen desde La Libertad Avanza, o correr el riesgo de tener que enfrentarlos en las elecciones.
Además, como ya había anticipado el vocero presidencial, Manuel Adorni, el proyecto pretende que se modifique el régimen de financiamiento de los partidos políticos y, a fin de distribuir de manera más eficiente el costo que representa el sostenimiento de las actividades de campaña de cada partido. Ya no habría aporte público para campañas electorales e incentivaría el financiamiento por parte de los privados.
El ambicioso objetivo del gobierno, es el de modificar la Ley Orgánica de los Partidos Políticos, los que deberían “contar con el 0,5% de afiliados sobre el padrón electoral (actualmente es el 0,4) y tener un piso mínimo de 3% en dos elecciones consecutivas”.
Finalmente, el texto establece que dichos partidos, deberán “tener presencia en al menos 10 distritos (actualmente se requiere en cinco)”.