En el marco de la participación de la República Argentina en la Cumbre del G-20 en Rio de Janeiro, por primera vez, el Gobierno Nacional firmó la declaración de presidentes disociándose parcialmente de todo el contenido vinculado a la Agenda 2030.
El gobierno, afirma que “a casi 70 años de haberse inaugurado este sistema de cooperación internacional, llegó la hora de reconocer que este modelo está en crisis”.
Por tal motivo, luego de arduas negociaciones, y sin obstaculizar la declaración de los demás líderes, el Presidente Javier Milei ha dejado en claro que no acompaña varios puntos de la declaración. Entre ellos; “la promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre”.
El argumento para adoptar esta posición, es que según el presidente, “cada vez que se intentó combatir el hambre y la pobreza con medidas que incrementaban la presencia del Estado en la economía, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital, además de millones de muertes de vidas humanas”.
En el comunicado, se afirma que en el combate contra estos flagelos, el Presidente Javier Milei tiene una posición clara: “si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en correr al Estado del medio. Debemos desregular la actividad económica para liberar el mercado y facilitar el comercio, y que el intercambio voluntario de bienes y servicios sea lo que traiga prosperidad. El capitalismo de libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90% de la población global y duplicó la expectativa de vida”.