Por Victoria Fiorenzi
Consultora Psicológica
¿Por qué la amabilidad hacia vos te hace más fuerte y efectivo como líder?
En el camino del liderazgo, muchas veces se cree que la autocrítica y la exigencia extrema son claves para alcanzar el éxito. Sin embargo, ser exigente no es lo mismo que ser sobreexigente o perfeccionista. Saber equilibrar la intensidad y ser más amable con vos mismo puede ser una herramienta poderosa para mejorar tu rendimiento. Esta actitud te permite recuperarte más rápido de los fracasos y seguir avanzando sin la carga de una crítica excesiva.
Ser amable con vos mismo no significa que te relajás con tus metas o expectativas, sino que te tratás con el mismo respeto y empatía que le darías a alguien que apreciás. Esto te va a fortalecer emocionalmente y te va a ayudar a ser más efectivo en tu rol de liderazgo.
Consejos para equilibrar la exigencia y la amabilidad:
- Háblate como le hablarías a un amigo: Cuando te enfrentes a un error o un desafío, pensá cómo tratarías a una persona cercana en la misma situación. Ofrécete ese mismo apoyo y comprensión.
- Perdónate por los errores: El perdón hacia vos mismo es fundamental para dejar atrás lo que no salió como esperabas y seguir adelante con una energía renovada.
- Aceptá tu humanidad: Nadie es perfecto. Exigirte perfección constante solo genera desgaste. Reconocé que todos cometemos errores y que cada tropiezo es una oportunidad de aprendizaje.
- Tomate pausas cuando las necesites: Si notás que la sobre exigencia está afectando tu bienestar, hacé una pausa, respirá y reflexioná sobre lo que realmente necesitás para continuar con más claridad.